Éxito a largo plazo

Los estudios demuestran que la educación en la primera infancia ayuda a prevenir la delincuencia, aumenta los índices de graduación y asistencia a la universidad, refuerza el autocontrol y la autoestima en la edad adulta e incluso mejora las prácticas de crianza en la siguiente generación.

Los niños que reciben educación infantil necesitan menos educación especial y otros servicios públicos a lo largo de su vida, lo que cuesta a los contribuyentes unos 7.500 dólares por niño. En otras palabras, prepara a los niños y a las comunidades para el éxito a largo plazo.
